El Gobierno de Estados Unidos reabrió el Centro de Detención para Menores Migrantes no Acompañados, en Carrizo Springs, Texas, cerrado en julio de, 2019 tras funcionar solo un mes.
Está recibiendo migrantes de entre 13 y 17 años que cumplieron una cuarentena y dieron negativo a la prueba de COVID-19.
En un periodo de detención no precisado, a estos menores se les pondrá “en contacto con sus padres, tutores o parientes en Estados Unidos, en el proceso de encontrarles un patrocinador adecuado”, indicó el departamento de salud y servicios humanos.
Se trata de la primera medida de este tipo que adopta el Gobierno de Joe Biden, por lo que la Casa Blanca aclaró que este centro opera de manera diferente frente al pasado.
No se trata de jaulas para niños, es una instalación que tendrá el mismo uso que otras del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Nuestra intención es cerrarlo después, pero queremos asegurarnos de seguir los protocolos de Covid cuando los menores no acompañados ingresen a Estados Unidos”, Jen Psaki, vocera de la Casa Blanca.
En la administración Trump, el funcionamiento de estos centros causó protestas porque el gobierno separaba a los menores de sus padres y los detenía en “jaulas”, por lo que el expresidente Donald Trump ordenó el cierre de los de tornillo y McAllen en Texas, así como en Homestead, en Florida, entre 2019 y 2020.
Legisladores demócratas cuestionaron que mantener a cada niño costaba 775 dólares al erario, con una estancia promedio de 42 días por menor detenido.