El trastorno obsesivo, a diferencia de TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), cursa sin rituales externos, simplemente son pensamientos repetitivos que se denominan obsesiones. Es decir, son ideas, pensamientos o imágenes recurrentes y persistentes, que no son producidos voluntariamente, más bien aparecen como pensamientos autónomos que invaden la conciencia, producen ansiedad y son vividos como exagerados o sin sentido.
La persona que los sufre realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
Las obsesiones son una fuente significativa de malestar para la persona e interfieren en su funcionamiento social, laboral y personal. Afectan a prácticamente todas las áreas de su actividad diaria, ocupando gran parte del tiempo de la persona. Generalmente, el afectado es consciente de la irracionalidad de su trastorno, y puede sentir culpa y vergüenza por ello, o tener “miedo de volverse loco, pero no puede pararlas.
¿Qué causa el trastorno obsesivo-compulsivo?
No se conoce la causa del trastorno-obsesivo compulsivo. Factores como la genética, la biología cerebral y la química, junto a su entorno, pueden desempeñar un papel en la afección.
¿Quién está en riesgo de tener trastorno obsesivo compulsivo?
En general, el trastorno obsesivo-compulsivo comienza en la adolescencia o cuando se es adulto joven. A menudo, los niños desarrollan TOC a una edad más temprana que las niñas.
Los factores de riesgo para el TOC incluyen:
Historia familiar: Las personas con un pariente de primer grado (padre, hermano o hijo) que tiene TOC presentan un mayor riesgo. Esto es especialmente cierto si el familiar desarrolló TOC cuando era niño o adolescente.
Estructura y funcionamiento del cerebro: Los estudios de imágenes demuestran que las personas con TOC tienen diferencias en ciertas partes del cerebro.
Trauma infantil como el abuso infantil: Algunos estudios han encontrado un vínculo entre el trauma en la infancia y el TOC.
El primer paso es hablar con su profesional de la salud sobre sus síntomas, él debe hacerle un examen y preguntarle sobre su historia clínica, asegurándose de descartar que un problema físico esté causando sus síntomas.