La ex Hacienda de Chautla, en el estado de Puebla, forma parte de la cuenca geohidrológica de los ríos Atoyac y Zahuapan.
El agua que brota de los manantiales proviene de infiltraciones y deshielos en los volcanes La Malinche, Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
Viene de la sierra nevada, sí, está siendo infiltrada a través de mucho tiempo, la cual aquí, de acuerdo al subsuelo, encuentra una capa impermeable que le permite salir y brotar como en este paraje”, dijo Pedro Francisco Rodríguez, investigador del Ciiemad del IPN.
En el 2008, el doctor Pedro Francisco Rodríguez y su equipo, comenzaron un proyecto de sustentabilidad de agua subterránea en el valle de Puebla.
Lo que tenemos nosotros es que investigamos 70 pozos del acuífero del valle de Puebla, concentrados en la Zona Metropolitana de Puebla. En ese acuífero nosotros estudiamos diferentes propiedades, principalmente enfocadas a la hidrogeoquímica del agua subterránea, es decir, la convivencia que hay entre el agua, las rocas y sedimentos que las contienen”, indicó Pedro Francisco Rodríguez.
El descubrimiento se dio al analizar cinco muestras de agua, bajo técnicas muy precisas como radiocarbono 14, delta oxígeno 18 y delta deuterio.
Una de ellas es la que tiene un poco más de 35 mil años, las otras tienen 13 mil, ocho mil y encontramos unas de las más próximas a las estribaciones del Iztaccíhuatl de dos mil años”, señaló Pedro Francisco Rodríguez.
Además, recrearon las condiciones ambientales en las que se almacenó el agua.
El poder relacionar cuántos años tiene esa agua de haberse infiltrado y algo muy importante que es reconstruir las condiciones paleoclimáticas que se pudieron haber dado en los últimos 35 mil años”, comentó Pedro Francisco Rodríguez.
El hallazgo geohidrológico fue publicado en la revista Journal of Hydrology.
Nuestra publicación está basada sobre un principio de método científico, trabajamos y ponemos en el centro de la discusión científica los mejores laboratorios, los mejores estándares, los métodos de trazamiento y de seguimiento, para poder analizar estos datos y tener la certidumbre de que será aceptada en esas publicaciones, donde darán el aval científico de lo que estamos descubriendo”, expresó Pedro Francisco Rodríguez.
La investigación propone estrategias para una mejor explotación y aprovechamiento de los acuíferos, pues el agua encontrada es una alerta de que cada vez extraemos más agua y a mayor profundidad.