Andrea Morales tiene 19 años de edad y entrenando como boxeadora amateur tres años.
Su padre, Edgar Morales también fue profesional, desde chiquita cuando su hija llegaba del Kínder, le ponía los guantes para practicar algunos golpes. Durante su niñez y juventud pasó por todos los deportes, pero ninguno le vino mejor que el boxeo.
Durante la entrevista con Once Noticias la peleadora mostró su rutina de entrenamiento en el gimnasio. Primero con el maestro Manuel que la manopleó hasta por seis rounds. Uno, dos y las gotas de la frente corrían hasta llegar a los ojos.
Hace dos años llegó al Equipo Loreman, se coronó en el 2019 como campeona del Torneo Internacional Golden Gloves en peso pluma. Sin embargo, también fue campeona amateur en la Federación Mexicana de Boxeo y se llevó el oro en los juegos de la Ciudad de México.
Este año me siento contenta, bastante fuerte y creo que vamos a lograr cosas grandes hasta llegar, si Dios quiere, a un título mundial”, Aseguró Andrea.
La joven campeona debuta en marzo de este año como profesional, un sueño que existió desde aquellos entrenamientos saliendo del Kínder y ahora se hace realidad golpe a golpe.
Morales aseguró que el mundo del boxeo sigue siendo complicado para las mujeres que desean profesionalizarse.
Fue difícil porque no creen en las boxeadoras, sin embargo, las mejores funciones hoy en día las dan las mujeres. En el camino uno se encuentra mucha gente que no te apoya o que te sobaja, la propia familia a veces dice que no se va a lograr nada. Afortunadamente este equipo también es mi familia y siempre me apoya. Es cuestión de que te tengas confianza ti misma”, aseguró Morales.
La confianza en sus talentos y sus puños, alientan el corazón y las ganas de triunfo. El día de Morales inicia a las cinco de la mañana. Sale a correr entre la neblina durante 40 minutos en el Ocotal, después regresa al gimnasio y comienza su calentamiento con una sombra, después busca a al primer cristiano que esté en el local y comienzan a boxear de seis a ocho rounds. Luego baja del cuadrilátero y se pone contra los costales otros ocho rounds, al terminar pasa al gimnasio de preparación física. Luego de cuatro horas de entrenamiento hay que dejar enfriar el cuerpo y meterse a bañar para ir a trabajar a la taquería de su padre.
A veces he pensado ¿qué hago aquí? ya no quiero ser boxeadora. Pero tratamos de sacar esas cosas de mi mete porque es un sueño que tengo desde pequeña. Es el box es lo que más amo, lo hago con mucho corazón. Aquí voy a seguir mientras se me permita. Todavía hay Andrea Morales hasta para un título mundial”
Este año va debutar en 57 kilogramos. La velocidad y fuerza de sus golpes son el sinónimo de sus victorias. El calor del gimnasio se mezcla con el olor a sudor que se evapora por los rayos de sol que entran a plomo desde las ventanas.
Andrea Morales quiso agregar un último comentario para Once Noticias.
Se necesita mucha disciplina, es un deporte muy celoso porque no te deja hacer nada, el chiste es pelear cómoda para el debut. Agradezco todo el apoyo de mi papá y mis hermanos y también a mi segunda familia que es el Equipo López”.
A lo lejos se retira Andrea Morales bando las escaleras, se despidió con una sonrisa. Su profesor Ricardo Guzmán se cambió la ropa y comenzó a entrenar con el campeón profesional Cesar Juárez.