Un año después de iniciado el encierro por la pandemia, intermitente y continuo, la impaciencia social se extiende en Europa y encuentra una catarsis en las protestas contra las restricciones de movilidad. Un grito que pide libertad.
No están respetando nuestras libertades. Creo que el Gobierno ha ido demasiado lejos. Y si no hacemos nada al respecto, ellos irán aún más lejos. Me gustaría decirles a todos aquellos que aún no han tenido el coraje para dar un paso al frente, para hacerlo”, expresó Raphaëlle, manifestante en Suiza.
Este sábado se registraron movilizaciones ciudadanas en diversos países en demanda de la reapertura de actividades y el fin de las restricciones.
En Kassel, Alemania, unos veinte mil manifestantes salieron a las calles y chocaron contra la policía con saldo de decenas de detenidos.
En Londres, Inglaterra, otras cinco mil personas marcharon contra las restricciones adoptadas por el Gobierno para reducir la ola de contagios por COVID-19.
Una multitud se congregó también en la pequeña ciudad de Liestal, en el norte de Suiza, para exigir la reapertura de restaurantes y otros negocios.
Escépticos del COVID, marcharon en un performance con trajes blancos como si fueran zoombies.
“En el último año, descubrieron una nueva enfermedad y descubrieron una vacuna, y ahora nos quieren imponer. Es una trama. Entonces, no al estado profundo y sí a la verdad ya la libertad”, señaló Alicia, manifestante canadiense.
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