El gobierno interino libanés anunció el confinamiento total del país durante dos semanas, con algunas excepciones, para intentar parar el importante aumento de casos de Covid-19.
- Desde el inicio de la pandemia, este pequeño país ha registrado 95 mil 355 casos y 732 fallecidos.
Aunque pudo controlar la primera ola del virus, de marzo a junio, gracias a un confinamiento precoz, Líbano marca desde julio regularmente récords de contagios, a pesar de haber aislado decenas de pueblos y ciudades.
El primer ministro saliente, Hassan Diab, dio la voz de alarma y avisó de que el país había atravesado una “línea roja” y que los hospitales estaban al máximo de su capacidad.
Nos encontramos en una situación peligrosa por la incapacidad de los hospitales públicos y privados de acoger a pacientes en estado crítico”, declaró Diab.
Tememos que llegue un momento en el que la gente se muera en la calle”, añadió.
Según los medios locales, este cierre no afecta al transporte aéreo, las panaderías, bancos, compañías nacionales de electricidad, las comunicaciones o las fábricas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó a finales de octubre que el 88% de las 305 plazas de cuidados intensivos que tiene Líbano estaban ocupadas.
Otro factor que hace temer el hundimiento del sistema de salud del país son los más de mil 500 miembros de personal médico que se han contagiado del virus.
La crisis sanitaria se une a la debacle económica que ha duplicado la tasa de pobreza, y que llevó a los organismos económicos a rechazar un confinamiento total.