Son llamadas “asesinas” y “malas mujeres”, acosadas y perseguidas en la calle.
Mujeres, que por ejercer su derecho a decidir sobre su cuerpo han sido hostigadas afuera de una de las clínicas de la Fundación Marie Stopes, en Oaxaca.
Sus agresores son grupos religiosos y de provida. Ésta es la guerra diaria a la que se enfrentan las mujeres que desean interrumpir su embarazo.
Están violentándolas con frases como voy a rezar por ti o asesina y esto ha sido todo el tiempo, cada vez se ha hecho mayor la presión física”, señaló Bárbara Pérez, coord. Programa Parteras, Fundación Marie Stopes.
Desde hace más de dos meses, miembros de la asociación “40 días por la vida” se instalaron frente a uno de estos centros de salud y con el argumento de “Salvar las dos vidas”, tratan de impedir a toda costa que las mujeres ejerzan sus derechos reproductivos.
Así lo denuncia Bárbara Pérez, integrante de esta fundación especializada en servicios de salud sexual.
También han hecho misas frente a la clínica y entonces estamos muy preocupadas por nuestras compañeras de equipo pero también por todas las mujeres que están llegando con la finalidad de ejercer un derecho”, dijo Bárbara Pérez, coord. Programa Parteras, Fundación Marie Stopes.
Para estos militantes religiosos, el aborto no es legal, pese a que así lo garantiza la constitución y el código penal estatales desde septiembre de 2019, cuando Oaxaca se convirtió en el segundo estado en aprobar la interrupción legal del embarazo, hasta la semana 12 de gestación.
Porque creo que para ninguna mujer es sencillo. Al menos yo no he conocido ninguna mujer que se embarace para luego ir a abortar. Es una decisión responsable que están tomando las mujeres que están decidiendo sobre su cuerpo, sobre sus vidas”, mencionó Bárbara Pérez, coordinadora de Programa Parteras, Fundación Marie Stopes.
De acuerdo con los servicios de salud de Oaxaca, hasta antes de que se legalizara el aborto, se registraban cerca de 2 mil 300 abortos clandestinos; y por cada uno, existían cuatro no registrados, lo que sumaba hasta 9 mil 200 casos anuales.
Quienes procuraban un proceso seguro tenían que acudir a organizaciones privadas o trasladarse a la Ciudad de México, donde esto se encuentra en vigor desde 2007.
Encontrarte con este grupo de personas y que pasas por la calle y te gritan “asesina”, ya me está violentando y si se pone una valla humana eso impide que yo tenga acceso a una organización que está dando las opciones para que ese derecho ganado por las mujeres del propio Estado sea real”, señaló Bárbara Pérez, coord. Programa Parteras, Fundación Marie Stopes.
- La Fundación Marie Stopes exige un alto a este tipo de manifestaciones en las que, además de agredir a las personas que acuden a la clínica, se les expone a las concentraciones masivas, en medio de la pandemia por COVID-19.