Tras una serie de investigaciones, un equipo de entomólogos descubrieron una estrategia “macabra” que es empleada por una especie de hormiga parasitaria para tomar el control de colonias ajenas.
La reina de la especie lasius orientalis se infiltra en colonias de la especie flavus, rocía a la reina hospedera con un líquido abdominal maloliente, que la hace parecer una enemiga, y luego las abejas obreras de la colonia atacan y matan a su propia reina, que al mismo tiempo es su madre.
Este líquido, de acuerdo con la investigación, probablemente contiene ácido fórmico, que enmascara el olor natural de la reina y la hace oler como una enemiga, transformándola así “de madre a amenaza”, detalló Keizo Takasuka, ecologista del comportamiento de la Universidad de Kyushu.
Mientras la intrusa se retira a toda prisa, las súbditas de la reina anfitriona atacan y eliminan a su reina.
Entonces, la reina parásita regresa para poner huevos y controlar a las obreras, quienes sirven a la nueva reina hasta su muerte.

El matricidio (organismos que matan o se comen a su madre) es relativamente raro en el reino animal.
Cuando ocurre, suele ofrecer algunas ventajas evolutivas: alimentar a la descendencia con su propio cuerpo puede mejorar las posibilidades de que la madre transmita sus genes.
En este caso, sin embargo, la única ganadora es la reina parásita, que evita los riesgos asociados a crear su propia colonia desde cero.

El comportamiento matricida representa “un nuevo nivel de explotación.
Es un elegante recordatorio de que los estudios observacionales minuciosos de comportamientos e interacciones pueden producir descubrimientos realmente asombrosos”, afirmó Jessica Purcell, entomóloga y bióloga evolutiva de la Universidad de California, Riverside, quien no participó en el trabajo.

