El proyecto nació a raíz del confinamiento por la emergencia sanitara de COVID-19 en el mundo; se trata de la recopilación de dibujos sobre los espacios que habitan las personas. Debido a la pandemia, los gobiernos anunciaron confinamientos, algunas veces más restrictivos que otros, con la finalidad de resguardar a la población y evitar la propagación del contagio del SARS-COV-2.
Esta medida ha tenido distintos impactos. En el caso de dos arquitectos, los motivó para realizar un proyecto que tuvo un alcance inimaginado.
Once Noticias conversó con Jonander Agirre Mikelez (ARKITEKTURA) sobre el proyecto titulado Covid Study Houses, un libro que reúne dibujos de los espacios y viviendas que habitan personas de distintos lugares del mundo, a raíz de sus confinamientos. El arquitecto vasco compartió sobre el surgimiento y la intención de este proyecto, así como la reflexión de un testimonio de gran valor visual sobre una de las etapas más difíciles de la humanidad: la pandemia.
Covid Study Houses empezó como un juego y se expandió a un proyecto que reunió 200 dibujos provenientes de distintas latitudes.
Case Study Houses fueron experimentos de arquitectura residencial, en Estados Unidos, que buscaba satisfacer la necesidad de viviendas económicas y asequibles, para la población, debido al crecimiento demográfico de la posguerra. El proyecto fue impulsado por John Entenza, director de la revista Arts & Architecture. Se desarrolló de 1945 hasta 1966 y la mayoría de estas viviendas se construyeron en Los Ángeles, San Francisco y Phoenix.
Con este antecedente histórico, el proyecto Covid Study Houses, que se impulsó en España, tiene la particularidad de ser un juego desde el cambio de sentido y de las palabras. Si el proyecto en Estados Unidos fue para satisfacer las viviendas en la posguerra, el proyecto actual es una invitación a revalorar los espacios a partir de reencontrarse con ellos como consecuencia de los efectos de una emergencia sanitaria de impacto mundial.
Covid Study Houses fue concebido por los arquitectos Jonander Agirre y Ekain Olaizola, en San Sebastián, España, durante el confinamiento en marzo del 2020. Al respecto Jonander compartió con Once Noticias que el confinamiento que se anunció en España, fue de los más estrictos en Europa: “nos confinaron el 15 de marzo, aproximadamente, y no podíamos salir, ni hacer deporte. Fue un confinamiento muy estricto que duró 2 meses. Fue muy intenso.”
En medio de esa incertidumbre, Ekain Olaizola inició un juego: “dibujó el lugar donde estaba confinado. Se trataba de buscar un espacio común en un momento en el que no había espacios para hacer comunidad.”
Y es que el proyecto comenzó como un momento de diversión, pero se convirtió en una necesidad. Al respecto Jonander señaló que:
“Te hacía más consciente de dónde estabas y también, se veían las dinámicas de las personas en su forma de habitar sus espacios. Dibujarlo ayudaba mucho a hacer conscientes los espacios en los que vivíamos. Pasábamos 24 horas encerrados entre paredes, cuando en nuestra normalidad pasábamos tiempo afuera, llegabas cansado y a dormir. En ese momento vivías la casa como si fuese tu ciudad. Este proyecto tuvo riendas sueltas para saber en qué lugar vivimos y cómo vivimos”.
El 30 de abril del 2020, los arquitectos lanzaron una convocatoria a través de Twitter e Instagram, que duró 40 días –“una cuarentena”, compartió Jonander entre risas–, para recopilar dibujos de los espacios de otras personas.
Y la cosa fue creciendo y creciendo. Al principio era gente cercana, en su mayoría arquitectos, y luego se acercó otra gente, que no tenía nada que ver con el sector. Después creció tanto que se acercaron personas de otros países: Canadá, Francia y de Latinoamérica. Hubo mucha participación de gente de México. Fue interesante, porque en cada lugar fue distinto el ritmo de los confinamientos. Cuando en México comenzó, por ejemplo, aquí ya estábamos en la ‘desescalada.’
Los arquitectos tenían la intención de montar una exposición con los materiales reunidos; sin embargo, fue imposible debido al contexto de pandemia, por lo que decidieron hacer un libro: recopilaron los dibujos y apostaron por el arte-objeto (físico), para tener un testimonio palpable de un época difícil.
Reunieron 200 dibujos de distintas latitudes, no sólo de España sino de Canadá, Australia, Francia, Costa Rica, México, Suecia, etc. Jonander comentó a Once Noticias, que para la selección del material hicieron un filtro: “nos llegaron dibujos hechos en ordenador, pero nosotros queríamos recuperar los dibujos hechos a mano. Había muchos profesores de arquitectura y de dibujo, que sugirieron a sus alumnos que nos enviaran material. De pronto tuvimos dibujos de toda una clase; no queríamos perder la pluralidad del proyecto.”
El arquitecto relató que la pandemia detonó la creatividad y muchos proyectos parecidos. Compartió que el tiempo libre que se pasaba en casa generó muchas ideas.
Resaltó que los dibujos detonaron reflexiones profundas e interesantes sobre los espacios que se habitan, por ejemplo:
las casas en España tienen una división familiar muy al estilo conservador. En España vivimos en espacios pequeños. Las lógicas de división de las casas parten de lo tradicional, de lo familiar. Una lógica católica, inspirada en la familia, en dónde los trabajos del hogar y del cuidado tienen esa parte tradicional. Cocina pequeña, salones grandes, una habitación conyugal, habitaciones pequeñas para los hijos e hijas. Eso nos habla de la jerarquía de espacios, nos habla de género y del heteropatriacrado, de historia y de los efectos en la sociedad y en el espacio privado. Ausencia de espacios exteriores. Además en España los espacios de descanso son reducidos o casi inexistentes. Es poco habitual los jardines o tener espacios grandes.
Compartió que les llegó un dibujo de Puebla “que me encantaría ver porque es preciosa, tiene de todo, hasta una cisterna”, dijo el entrevistado. Además. sumó a decir que encontraron diferencia regionales de los espacios: “Francia o España tienen espacios pequeños, mientras que en México y Canadá, también los hay, pero es muy distinto.”
Más adelante apuntó que uno de los efectos de la pandemia es que el espacio se volvió dicotómico: o en casa –encerrado– o en la calle –con movilidad restringida–. Por esto último, al no poder salir se tuvo que volver a mirar hacia dentro. Jonander compartió que eso los llevó a reflexionar que “no podemos meter nuestra ciudad en la casa. La ciudad tiene sus propias lógicas.”
El arquitecto compartió como reflexión reflexión que los dibujos no tienen una intención científica, sino que son un ejercicio que buscan revalorar al dibujo en sí mismo y al momento en el que se realizó, “más allá del resultado, el valor radica en el momento en cada persona hizo su dibujo”.
Por el momento, el libro se distribuye en España y bajo pedido a otras partes del mundo. A través de redes sociales, los arquitectos han publicado los dibujos que forman parte de la publicación e invitan a lectores y lectoras a dar mayor alcance a este novedoso proyecto.
Redes
Tw: @CovidHouses
Web: jonanderaguirre.eus
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