Especialistas recuperan campanario de Iglesia de la Santa Veracruz dañada por sismo

Debido a su excelente manufactura, al uso de materiales y técnicas constructivas tradicionales y sólidas, así como a la pericia de los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la torre campanario sur de la Iglesia de la Santa Veracruz, en el Centro Histórico de Ciudad de México, ha sido recuperada.

El inmueble se vio afectado por el sismo de 2017 y un incendio ocurrido en agosto de 2020.

El edificio histórico fue construido a mediados del siglo XVIII, mientras que el campanario norte se terminó en el XIX”, informó el director de Apoyo Técnico de las coordinaciones nacionales de Monumentos Históricos, Antonio Mondragón Lugo.

Al ser los elementos más altos y esbeltos de la edificación, fueron sometidos a grandes esfuerzos de torsión, debido a las vibraciones inducidas por la energía sísmica”, agregó.

Las afectaciones del sismo, aunadas a las del incendio, llevaron a considerar la necesidad de desmontar el cuerpo del campanario sur, el cual presentaba fracturas y grietas en los cuatro costados, mismas que se incrementaron por la acción del fuego, la deformación geométrica y la desarticulación estructural del cuerpo arquitectónico, lo que comprometía seriamente su permanencia.

Por ello, se efectuó un proceso de exploración minuciosa y una evaluación técnica más completa, con la colaboración de un equipo de arquitectos, restauradores y estructuristas.

Lo anterior, refirió el especialista, permitió descubrir que este elemento arquitectónico cuenta con una notable manufactura de origen, en la que cada uno de los apoyos, constituidos por pilares cuadrados que se cierran con arcos de medio punto, fue aparejado con destreza por los constructores de la época.

Además, se emplearon canteras resistentes y densas en la parte baja, en hiladas horizontales que se alternan con ladrillo de arcilla cocida y sillares de tezontle, que es más ligero.

 “Aun con el desplomo que presentan, tanto la sección como las cualidades constructivas de los apoyos permiten que los centros de gravedad de cada uno de estos cuerpos se encuentren dentro del área de contacto con la torre, lo que hace que tengan una buena estabilidad por sí mismos”, explicó.

Por lo que había que volver a ligar esas cuatro grandes partes separadas por los efectos sísmicos, entrelazando nuevamente la mampostería fracturada, para restablecer la estabilidad del conjunto”, puntualizó.

También en las partes superior y media del campanario, se localizaron gualdras de madera al interior de los muros, formando cadenas de confinamiento, las cuales contribuyen a la resistencia de las mamposterías ante los esfuerzos de tensión y de torsión inducidos por los hundimientos diferenciales y los sismos.

Este anillo de madera se afectó casi en su totalidad con el incendio, pero cumplió su función estructural.

“Al conocer mejor el sistema constructivo y analizar todas estas cualidades, entendimos que era importante hacer un esfuerzo por la conservación del campanario, mediante un trabajo minucioso de restauración. Así, tras la revisión estructural se determinó que, si se reestablecían las condiciones estructurales originarias con los mismos materiales y sistemas constructivos, era posible su preservación”, puntualizó.

Además, indicó que al interior del inmueble se hicieron limpiezas, se sustituyó el apuntalamiento de los arcos del coro y el sotocoro, los cuales se incineraron.

En los procesos de planeación y ejecución del proyecto atendimos las indicaciones del INAH, quien supervisó en todo momento”, resaltó la especialista.

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