Los cantantes callejeros que nacieron durante la pandemia

La familia de Roberto lo inicio desde pequeño en la música, tiene hermanos guitarristas y vocalistas. Pasa cantando entre los laberintos de Azcapotzalco con una pequeña bocina que reproduce las pistas de música de canciones populares como “Mátalas” de Alejandro Fernández o algunas de José José y si alguien se lo pide les lleva las mañanitas a los cumpleañeros del barrio.

 

Tenemos poco tiempo cantando en la calle, iniciamos desde la pandemia porque antes nos dedicábamos a tocar en eventos sociales como bodas, bautizos o XV años”

 

El señor Roberto tenía un local el centro donde ofrecía parte de sus servicios como músico, trabajos de foto y video para registrar los eventos donde lo contrataban, sin embargo, las rentas se fueron comiendo la economía y la prohibición de fiestas y eventos masivos no tiene una fecha para concluir.

 

Afortunadamente tenía un arma que es mi voz, porque salir a cantar a la calle no es fácil. Hay personas que se molestan y salen a callarnos, o cierran las ventanas y nos corren, pero también hay algunos que se acercan y no dicen qué le alegramos el día”, comentó Roberto.

 

De las ventanas se asoman las personas que lanzan monedas y agradecen la música que les canta Roberto a sus ventanas. La jornada de este cantante está relacionada con la duración de la batería de su bocina, así que en cuanto se descarga, vuelva a casa para descansar e iniciar la siguiente ronda de canciones. Aunque este trabajo le reditúa entre 200 y 300 pesos al día que no se compara con los mil 500 pesos que cobraba por hora antes de la pandemia.

Las economías de las familias se fueron ajustando a los talentos de las personas que han logrado sobrevivir a la crisis económica que azota al mundo, en medio del virus que hasta hoy ha cobrado la vida de miles de mexicanos.

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