Autoridades de los “Bienes comunales de San Miguel Topilejo” se manifestaron frente a Palacio Nacional para exigir un alto de la tala clandestina de los bosques en la periferia, en uno de “los pulmones más importantes de la capital”.
Entre incendios, balazos y golpizas, los vecinos originarios han creado un mecanismo para intentar defender su territorio y ecosistema. Sin embargo, los grupos armados y organizados han despojado a los pobladores de 14% — ¿según quién? de si territorio protegido.
Queremos que el gobierno nos haga caso por la tala ilegal de nuestros bosques en la comunidad San Miguel Topilejo ubicada en la alcaldía de Tlalpan que está sobre el Ajusco. En nuestro territorio hay una banda bien organizada que ha provocado incendios y nos han despojado de nuestra tierra. A los caseteros (vigilantes) los han sacado a golpes y con camionetas que tienen ametralladoras. Nos han quemado campamentos y viviendas para quedarse con nuestras tierras” dice uno de los comuneros que prefiere reservar su nombre por cuestiones de seguridad.
El Registro agrario nacional reconoció en 1976 a la comunidad de Topilejo bajo el régimen de “bienes comunales” protegiendo a las 10,000 hectáreas que conforman esta localidad.
Para el año 2007 la comunidad fue reconocida como “reserva ecológica”, sin embargo, en más de 800 hectáreas se registraron talas clandestinas dentro del área natural protegida más grande de la capital mexicana.
La fauna natural se está perdiendo, teníamos Gato Montes, águilas, coyotes y correcaminos. Todo se está perdiendo por la tala y los incendios que provocan. Es uno de los pulmones de Ciudad de México, hay bosques y acuíferos que están siendo devastados y eso no solo afecta a la comunidad de Topilejo es un problema que afecta a toda la ciudad”, acusó.
En entrevista con Canal Once aseguró que han documentado las acciones ilegales y las han llevado con autoridades locales y federales. En respuesta, llegó la Guardia Nacional, pero sólo son visitas temporales de dos días y no regresan hasta en dos meses, mientras que los taladores trabajan día y noche.
A nosotros nos dan temor estos grupos armados. Por eso le decimos al gobierno que queremos seguridad permanente, que se haga un plan de trabajo junto con la comunidad para que esto se termine”. comentó el comunero anónimo.
Los habitantes han realizado 21 denuncias ante la Procuraduría Federal de protección al ambiente (PROFEPA), a la Secretaría del medio ambiente a la Dirección general de la comisión nacional forestal y ante la jefa de gobierno, sin embargo, “ninguna de estas denuncias han sido atendidas de manera correcta”.
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