Los ataques israelíes asesinaron al fotoperiodista Yahya Barzaq, quien antes de la invasión trabajaba retratando a bebés.
“Yo soy Yaha Mohammed Barzaq. Soy fotógrafo. Me especializo en fotografía de recién nacidos. Mi trabajo es lo más hermoso en mi vida”, así se presentó aquella ocasión.
Previo al 7 de octubre de 2023 realizó sus últimas sesiones fotográficas y nunca pensó que días después su único objetivo sería sobrevivir y mantener a salvo a su familia.
My friend, Yahia Barzaq, the talented photographer who captured Gaza’s babies in light and laughter, has been silenced.
— Muhammad Smiry 🇵🇸 (@MuhammadSmiry) September 30, 2025
Pray for him! pic.twitter.com/nSGn8CEZZz
En los primeros días de pesadilla, cómo él se refería a los ataques israelíes, perdió a su hijo mayor.
“Se perdió. No sabíamos cómo sucedió. Lo sentí como si fuera el día del juicio final. Imagina perder a tu hijo en un lugar con tanques y la gente siendo asesinada mientras escapaba”, explicó Barzaq.
Horas después se reencontraron para iniciar un camino de constante desplazamiento forzado y sufrimiento en el que retrató un sinnúmero de ataques, muerte y la destrucción de su ciudad.
El joven fotoperiodista vio el libro fotográfico de un pequeño que había retratado antes de la invasión israelí. Estaba destruido entre los escombros.
“Toda la familia fue asesinada, incluido este niño. Nada quedó aparte además de las ruinas de este libro fotográfico. Estaba sosteniendo a este bebé hace solo unos días, lo puse a dormir, le toqué los dedos y ahora está muerto por los misiles que lo atacaron”, narró lo que se vivía en su país tras los ataques israelíes.
Yahya murió con el deseo de que la invasión terminara para todos y todas, pero aseguraba, que lo deseaba especialmente para los niños y niñas.
