¿Qué pasaría si Rusia deja de suministrar gas a Europa?

Las sanciones occidentales contra Rusia vinculadas al operativo ruso en Ucrania están afectando al ámbito financiero y militar, al trasporte por aire y mar, y también al sector energético del país euroasiático.

No obstante, la Unión Europea (UE), uno de los mayores compradores de recursos energéticos rusos, todavía no ha interrumpido las importaciones de gas ruso que, de momento, sigue llegando a los países del bloque al mismo ritmo.

Mientras, debido a la congelación de los activos rusos en el extranjero, el presidente del país euroasiático, Vladímir Putin, ordenó cobrar el suministro de gas natural a los “países no amigos” únicamente en rublos, pero los estados del G7 se negaron a efectuar los pagos en esa moneda, señalando que el pago en rublos “sería un incumplimiento unilateral y claro de los contratos existentes”.

Por su parte, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, recalcó que “no existe el gas gratis” y el Kremlin también “está calculando” la posibilidad de que Europa no pague en rublos. Pero, ¿Qué pasaría si Moscú decidiera cerrar el grifo del gas?.

Si se escasea el gas habrá cuellos de botella en el suministro el próximo invierno, caídas económicas y alta inflación, coinciden expertos.

La UE importa alrededor de 40% de su gas de Rusia, pero su distribución es muy desigual. Alemania, la mayor economía del bloque, es uno de los principales clientes gasísticos de Rusia, llegando a comprarle el año pasado a 55% de todo su gas natural, por lo que el ministro de Economía, Robert Habeck, alertó que una prohibición inmediata de las importaciones podría traer consigo “cuellos de botella en el suministro el próximo invierno, caídas económicas y alta inflación”.

“Mientras, cientos de miles de personas perderán su empleo. Al tiempo, para muchas personas, el camino al trabajo apenas será asequible, así como la calefacción y la electricidad”, señaló.

Otros Estados europeos perjudicados

Por su parte, Austria obtiene alrededor de 80% de su gas natural de Rusia y depende en gran medida de su flujo constante, especialmente para su industria y plantas de energía.

87% del gas natural importado por la República Checa es de procedencia rusa y para crear reservas en el caso de que el gas ruso cese, el país compró hasta 200 millones de metros cúbicos de gas. Eslovaquia se abastece de esta fuente 100%.

Los estados del bloque ya están experimentando una subida de los precios de la energía, lo que está causando problemas en los hogares a la hora de pagar las facturas de la luz, incluso en los países que son menos dependientes de las importaciones energéticas rusas, como España, donde este marzo ya es el mes con la electricidad más cara de la historia, con una media de 283.30 euros el megavatio hora.

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