A las 2:50 de la madrugada de este domingo, se registró una fuerte explosión en un ducto de gas clandestino en San Pablo Xochimehuacan, Puebla.
El incidente dejó al menos un muerto y 11 heridos.
Luego de varias horas, el incendio pudo controlarse.
La rápida actuación de las autoridades municipales y estatales, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), evitaron una mayor tragedia al evacuar a cerca de 2 mil personas, cuando se reportaron espesas nubes de gas.
El gobernador de la entidad, Miguel Barbosa Huerta y funcionarios de otros órdenes de Gobierno, informaron que entre los lesionados cinco están graves y seis delicados, de los cuales cuatro son menores de edad.
Este hecho no va a quedar impune, vamos a ir a fondo. El Gobierno del estado va a indemnizar a los fallecidos, va a indemnizar a los lesionados, se va a hacer cargo de todas sus curaciones y vamos a restaurar las casas dañadas”, dijo Miguel Barbosa Huerta.
El mandatario pidió a los habitantes mantenerse alejados de la zona, ya que algunas viviendas podrían registrar derrumbes y sumarse a las 54 afectadas hasta el momento.
Se instalaron tres albergues y se distribuye comida, colchones y cobijas a los evacuados, y se implementó un dispositivo para evitar rapiña.
En el lugar de los hechos se localizó una pipa con capacidad de 10 mil litros y varios cilindros que se presume podrían estar siendo cargados de manera clandestina cuando se registró la fuga.
Para dar seguimiento a las acciones, se instaló un centro de mando integrado por diferentes dependencias de Protección Civil y Seguridad, así como de Pemex.
Por su parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó los hechos y se solidarizó con los familiares de las víctimas e indicó que se movilizaron cerca de mil 400 elementos de todas las corporaciones de Protección Civil.
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