Como cada año, la magia se hizo presente este seis de enero en los hogares de millones de niños mexicanos, pese a la pandemia.
Muñecas, cocinitas, cochecitos, kits para colorear y un sin fin de juguetes aparecieron esta mañana en la sala o al pie de los árboles de navidad.
Una casita Playmobil, una muñeca come y lava, un adivina quién y dos legos”, dijo Adele Estrada Pedraza, 8 años.
Me trajeron unos Walkie Talkies, me trajeron un lego de Súper Mario Bross y un Pop It.”, señaló Gerardo Hernández Santiago, 9 años.
Regalos que los Reyes Magos trajeron del oriente, cuya llegada llenó de emoción a los más pequeños desde la noche previa.
De última hora les quise hacer un dibujo a los reyes y pues ya me tardé coloreándolo y pues lo coloreé y ya después me fui a dormir, pero no podía dormir por la emoción”, explicó María José Hernández Guarneros, 7 años.
Sobre todo, la alegría se desborda en la mañana del seis de enero.
Desperté, le dije a mi hermano que venga, luego mi mamá se despertó y luego ya venimos a la sala”, recordó Daniela García Hernández, 7 años.
Ni el virus, ni la crisis económica impidieron que los reyes hicieran su mayor esfuerzo para cumplir los deseos de los pequeños.
Ellos están conscientes de lo que se está viviendo, de hecho el más chiquito me dice “mamá no podemos salir porque estamos en rojo” y a pesar de eso tener la alegría de que los reyes sí pudieran llegar, de que lo hicieron a tiempo, de que ellos hicieron todo lo posible por llegar y conseguir lo que ellos querían fue muy grato para ellos”, sostuvo Michelle Hernández Espinosa, madre de familia.
Los Reyes necesitan magia y en años pasados tal vez tenían muchas opciones y no gastaban tanta magia y este año supongo yo que les tocó gastar más magia para obtener regalos”, explicó Mónica Santiago Hernández, madre de familia.
Entendieron los chicos y las chicas que este año tienen que disfrutar de sus juguetes sólo en casa y no en la calle, con sus amigos.
Pues sí me hubiera gustado, sólo que pues no se puede porque estamos en contingencia y pues hay que evitar los contagios y el contacto”, mencionó María José Hernández Guarneros, 7 años.
No puedo salir con mis juguetes, no puedo ir a visitar a mis abuelitos, no puedo ir con mis primos, aquí me tengo que quedar en casa”, dijo Adele Estrada Pedraza, 8 años.
Y la Rosca de Reyes, ni modo, también tuvo que partirse a la distancia.
Vamos a hacer una videollamada por Zoom con mis abuelitos y con mis primos, aunque sea virtualmente”, Gerardo Hernández Santiago, 9 años.
Así, la magia de este día iluminó los hogares, pese a todo.
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