El rostro cansado y demacrado de Yaidis Colmenares, madre de tres hijos, deja pocas dudas sobre por qué se va de Venezuela a Colombia.
- La mujer de 37 años pesa 19 kilos menos que hace 10 años, y apenas puede permitirse comprar comida con el dinero que ganó vendiendo dulces en el metro de Caracas, que aún mantiene una estricta cuarentena por el Covid-19.
La semana pasada caminó y realizó autostop a lo largo de 805 kilómetros desde Caracas hasta la ciudad de San Cristóbal, cercana a la frontera, con la esperanza de llegar a Colombia junto a su hijo de 13 años, su hija de ocho años y su bebé Yoselín, de un año amarrada al pecho.
Desde hace casi un mes que en San Cristóbal, capital del estado Táchira y que colinda con Colombia, son más visibles los grupos de adultos y niños así como de mujeres embarazadas, algunos van en muletas y sillas de ruedas, y todos llevan la misma meta: salir de Venezuela porque no pueden sobrevivir, como Colmenares, en medio de la peor crisis económica de la historia.
La renovada migración amenaza con engrosar las filas de la diáspora venezolana en toda Sudamérica, una situación que ha sido descrita en los últimos años como una crisis de refugiados sin precedentes y en proporciones nunca vistos en la región.
Naciones Unidas estima que unos 5 millones de venezolanos abandonaron el país entre 2015 y 2019, principalmente hacia otras partes Sudamérica, para escapar del colapso económico. Este año, al menos 100 mil venezolanos regresaron a su país cuando la pandemia cerró negocios y dejó a quienes trabajaban como vendedores ambulantes informales sin poder ganarse la vida.
CAMINANDO POR BLOQUES
La oficina de migración de Colombia dijo esta semana que los migrantes comenzaron a regresar a través de cruces fronterizos informales hace alrededor de un mes. Las fronteras de Colombia se mantienen oficialmente cerradas hasta al menos el 1 de noviembre.
El director general de Migración Colombia, Juan Espinosa, dijo la semana pasada que la población de venezolanos en Colombia podría llegar a alrededor de 2 millones de personas en un período de tres a cinco meses, una vez que se reabra la frontera, frente a los 1,73 millones de fines de fines de julio.
Residentes de San Cristóbal intentan apoyar a la nueva ola de migrantes ofreciéndoles consejos sobre las rutas más cortas o ayudándolos a evitar los bloqueos y retenes establecidos por la policía y la Guardia Nacional.
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